La jueza acepta la querella del Nàstic contra el árbitro Mallo Fernández en un nuevo giro del escándalo futbolístico

La magistrada del juzgado de instrucción número cuatro de Tarragona ha admitido a trámite la querella presentada por el Nàstic por delitos de falsedad documental y corrupción en el ámbito deportivo contra Eder Mallo Fernández, árbitro del encuentro en el que el conjunto catalán y el Málaga disputaron el ascenso a la Segunda División. Este partido se llevó a cabo el pasado 22 de junio en el Nou Estadi de Tarragona y, en él, el equipo andaluz logró el ascenso tras empatar 2-2 en el tiempo añadido de la segunda parte de la prórroga, haciendo valer el 2-1 del encuentro de ida. En diciembre, el Nàstic decidió recurrir a la vía penal después de que una investigación privada iniciada por el club concluyera que el árbitro actuó de manera "premeditada" para perjudicar al equipo tarraconense. Este caso marca un hito, ya que es el primer club que presenta una querella contra un árbitro.

Este lunes, la juez señala en su auto que los hechos resaltados en el escrito de la querella “poseen entidad suficiente como para ser constitutivos de un delito de falsedad documental y un delito de corrupción en el deporte”, por lo que resuelve seguir con la investigación. Respecto al delito de falsedad documental, la magistrada indica que el acta del árbitro contradice la versión de los Mossos d’Escuadra. En aquel partido, Mallo Fernández tuvo que abandonar el estadio escoltado por la policía, y en el acta recogió que había recibido amenazas de muerte por parte de directivos del Nàstic y que temió por su integridad física cuando se retiró al vestuario. Por estos hechos, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sancionó al conjunto tarraconense con el cierre de su estadio durante cuatro partidos y una multa de 9.000 euros. Los Mossos, por su parte, confirmaron que hubo insultos, pero “en ningún momento se vio comprometida la integridad física de los árbitros, ya que el vestuario de estos se encuentra en un pasillo de acceso restringido y garantizado por vigilantes de seguridad”.

Además, la jueza sostiene que de la querella se derivan indicios de corrupción en el deporte en base a la investigación privada llevada a cabo por el Nàstic, que apunta a que “en una cena previa a la celebración del partido, varias autoridades andaluzas y de la ciudad de Málaga manifestaron a la dueña del establecimiento que tenían el partido controlado y que lo único que les preocupaba era la reacción del público”.